domingo, 11 de noviembre de 2018

TENGO UNA HERMANA PREMATURA EXTREMA


Estamos en noviembre mes de concienciación de los bebés que nacen prematuros.

Se considera prematuro a los bebés nacidos antes de la semana 37 de embarazo, por debajo de la semana 32 se consideran gran prematuro y por debajo de la semana 28 prematuro extremo. Lo que no se suele hablar mucho es de como contarle al resto de hijos (si se tienen) de cómo es la vida con un hermano con salud delicada.

¿Realmente cómo haces si tienes hijos en casa?  Es muy duro compaginar para los padres toda esta vivencia a nivel emocional, física y logística, por que han de sumarle las emociones, las necesidades físicas y logísticas de los hijos que se quedan en casa esperando la llegada de su nuevo hermanito.

En nuestro caso los mayores se hacen mayores de golpe ya que tienen una serie de responsabilidades que les han llegado sin avisar. (Algo que nosotros como padres les agradeceremos el resto de nuestra vida).

En esta entrada os contaremos

Cosas concretas que hicimos con nuestros hijos (edades 5, 9,11,14 y 16 años) cuando nació su hermana prematura extrema (25 sdg). 

Tres semanas antes de nacer su hermana, a mí me ingresaron porque se me rompió la bolsa de líquido amniótico, (la entrada donde lo relato se llama "aborto tardío" por si quieres leerlo).

Empezamos llevando fotos de la incubadora y les explicamos que ahora ese era su sitio para seguir creciendo, les contamos que tenía que pasar un tiempo en el hospital para que los médicos pudieran ayudarla y que las enfermeras ahora eran las que cuidaban de ella mientras estaba allí.

Les llevamos un pañal para que vieran como podría ser de tamaño, usamos un muñeco nenuco para que se hiciera a la idea.

  Les contamos que tenía unas máquinas que le ayudaban a respirar y que le daban de comer con una jeringa por un tubito que llegaba a su estómago (con esto ya les íbamos preparando para que cuando vieran la foto supieran qué significado tenía todo eso que tenía puesto.

Cada día les contábamos algo "gracioso" que había hecho su Hermana, les contábamos (siempre dentro de la edad y hasta donde cada uno podía comprender) alguna hazaña que había conseguido ese día, si había pasado un día malo también les contábamos en nuestro caso, como somos creyentes cada noche rezábamos por ella y por nosotros para tener fuerza y soportar todo lo que iba llegando.

 Les pedimos que hicieran dibujos para adornar su rincón en el hospital, si alguno quería dejar alguno de sus juguetes para llevarse también podían, les preguntábamos si querían que le dijéramos algo de su parte, incluso les grabábamos en videos para enseñárselos a la hermana,

Cuando la hermana ya tenía su fisionomía formada para poder verla les enseñamos una foto (debido a las vías que le cogían en la cabeza, la tenía rapada y le pusieron el mote de calvita), la imprimimos en grande y la pusimos en la nevera para darle  los buenos días y las buenas noches. 

les preparamos para su llegada a casa, ya que llegaba enchufada al oxígeno, tenía gafitas nasales y un pulsioxímetro (le pusieron por nombre la cableada jejeje) es lo que tiene tener hermanos que te ponen un mote por todo.

Cuando llegó a casa les enseñamos como debían de tener sus manos limpias y el alcohol que había q usar si querían tocarla, les enseñamos también a entender los números del pulsioxímetro y qué pasaba si pitaba en algún momento(eso les ayudaba a no agobiarse con el sonido) , les enseñamos lo que es el piel con piel, como en el hospital no podían entrar a verla por la edad solo los dos mayores pudieron pasar a verla, cuando llegó a casa hicieron piel con piel cumpliendo la hora mínima y lo disfrutaban.

Puedo seguir contando todo lo q ha sido para nuestra familia compartir la experiencia con una hija prematura, todo esto ha sido necesario para que ellos también compartieran con su hermana parte de su historia de nacimiento.

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